domingo, 1 de mayo de 2016

Trastornos alimenticios: Bulimia

Como en el post anterior, hoy nos encontramos frente a otro trastorno alimenticio muy común en la sociedad de hoy en día. Si bien muchas personas suelen confundirlo con la anorexia, la bulimia cuenta con episodios muy diferentes. En esta entrada te informamos todo lo que tenes que saber sobre ella.


La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza porque las personas que la padecen suelen darse atracones recurrentes en los que ingieren grandes cantidades de comida en un espacio corto de tiempo, es decir, comen más cantidad de comida que la mayoría de personas en el mismo tiempo. Sin embargo, el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o diuréticos o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes comidas y evitar engordar.

En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar.

Síntomas

Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado numerosas dietas sin control médico. Los bulímicos tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas típicos de un cuadro de bulimia son los siguientes:

  • Atracones o sobre ingesta de alimentos: El enfermo come una gran cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto y no tiene control sobre la ingesta: presenta tal ansiedad que cree que no puede parar de comer.
    Intentan evitar los lugares en los que hay comida y procuran comer solos, por lo que su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse y la comida es su único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.
     
  • Uso de laxantes: Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de comidas, el enfermo se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.
     
  • Repetición: Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
     
  • Alteraciones psicológicas: Los enfermos con bulimia nerviosa se caracterizan por una gran impulsividad y un bajo autocontrol. Esto puede provocar que, además de los atracones, los bulímicos tiendan a meterse en situaciones peligrosas o a entrar en discusiones con facilidad, teniendo grandes cambios de humor. Además, como la autoestima la tienen muy baja es frecuente que aparezcan síntomas de depresión y ansiedad y que abusen del alcohol y las drogas. Los bulímicos también pueden ser cleptómanos y ludópatas.

Tratamientos

El tratamiento de este trastorno de la alimentación tiene que ser multidisciplinar y adaptarse a cada paciente de forma individual.

Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y los fármacos. En virtud de la gravedad, el paciente puede requerir a un tratamiento ambulatorio o ser hospitalizado.

Los primeros pasos deben encaminarse a evitar los vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del enfermo y enseñarle a mantener una dieta equilibrada y tener unos buenos hábitos alimenticios.
Junto a este tratamiento, encauzado hacia la recuperación física, paralelamente se desarrollará una terapia psicológica con el fin de reestructurar las ideas racionales y corregir la percepción errónea que el paciente tiene de su propio cuerpo.


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